miércoles, 7 de enero de 2009

Último adiós


Llevo ya tres años aburriéndome entre estas tres paredes y la gruesa capa de barrotes de hierro oxidado. Pero ya mismo todo va a terminar. Me van a ejecutar. Cometí un crimen del que jamás podré pagar las consecuencias, y mi castigo se materializó en forma de "pena de muerte".No estoy seguro de que dando mi mi vida pueda enmendar el peor error que jamás he cometido...
Algunos opinan que desde el fallecimiento de mi esposa me he convertida en un sádico sin corazón ni compasión. Yo creo que mienten, no soy ningún monstruo, sólo soy... especial. Si a ellos se les hubiera aparecido ante sus atónitos ojos aquella silueta negra tan grande, tan grotesca, tan escalofriante... no sé lo que habrían hecho, ¿en qué se habrían convertido? El hedor que desprendía aquel ser no es comparable a ningún otro, simplemente único. Aquella pestilencia me hizo reflexionar. Después, el ladrón de las sombras y la oscuridad se desvaneció, llevándose a mi mujer.
[...]
Me miran como a un bicho raro. Me han rapado la cabeza. Parezco recién salido de un campo de concentración. Llevo un guardia en cada lado. Me acompañan hasta la última sala que verán mis ojos. 
Me siento en la silla de la muerte. Con una esponja de grandes dimensiones me humedecen la cabeza. Ahora sí ha llegado el momento.
-¿Alguna última voluntad?
-Que mis cenizas fluyan en el mar...
-Entendido... ¿listo?
Pronto llegará ante mí esa misma criatura que me robó a mi amada. Y yo la acompañaré al más allá. Entonces me encontraré con mi esposa, y estaremos juntos el resto de la eternidad. Aquí está, ya ha llegado. Adiós, mundo de la oscuridad; hola cielo de la luz.
-No tiene pulso -anuncia el guardia-. Ya se ha ido, todo ha terminado.

1 comentario:

  1. Es un escrito muy bien redactado en cuanto a la forma, pero respecto al contenido es demasiado místico tal y como lo describes, es un texto que no se lee, se siente y se dibuja en cada imagen; una imagen de la muerte totalmente subrealista e idealizada...

    Tiene una carga emocional muy fuerte.

    Está muy bien, felicidades, pero procura no escribir cosas tan tristes ni ibsesionarte demasiado en temas tan delicados como una imposición de pena de muerte, aunque sólo sea tu historia hay cientos de ellas al día.

    Atentamente,
    Neera

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